lunes, 26 de julio de 2010

MÁS VALE NO ESPERAR

Fuente única e invaluable
Algunos acontecimientos recientes reclaman considerar en profundidad el valor del Agua como fuente de Vida. Debemos promover en nuestra zona del Valle de Uco y en la Provincia de Mendoza, la necesidad del uso apropiado y la preservación de un elemento cuya contaminación y derroche hay que evitar.
Derroche
Con respecto al derroche es bueno recordar que desde hace varios años las empresas que distribuyen el agua potable de red domiciliaria, nos alertan sobre la costumbre suicida de regar en horarios irregulares nuestros jardines, baldear nuestras veredas, lavar cada tarde nuestros autos en la puerta de casa, vaciamos las piletas de los niños. Pero hay quienes también permiten que el agua fluya sobre la vía pública por causa de cañerías deterioradas que no se arreglan, problema que no afecta uno sino varios de nuestros barrios del Valle de Uco.
Sequías
El aumento de las hectáreas destinadas a la agricultura en diversidad de emprendimientos económicos, alentados por el mercado nacional e internacional, se ve seriamente afectado cada cuatro o cinco años, por la falta de agua en los cursos hídricos más usado –Cuenca del Tunuyán Superior- a consecuencia de los movimientos climáticos por efectos del Fenómeno del Niño y de la Niña. Este problema tiene, además, una trágica contracara: las prolongadas sequías en distintas áreas del Valle, sumado a la presencia esporádica del viento zonda, muchas veces han acabado en voraces incendios en zonas montañosas y del pedemonte andino, que no pueden ser combatidos por las escasas reservas de agua y los deficientes recursos técnicos con los que contamos, a pesar del esfuerzo de quienes integran los entes responsables –Defensa Civil, Departamento General de Irrigación, Departamento de Bomberos Voluntarios, Municipios, y otros-.
Prácticas inadecuadas
Esto lleva a enfrentar un tercer problema inminente: la disponibilidad del agua potable para el riego, por ejemplo, será cada vez más escasa por el continuo incremento de usos no agrícolas –mineros específicamente- y la contaminación de las aguas subterráneas por la presencia de diques de colas –con agua + drenajes mineros + sólidos estériles - en las montañas donde nacen las fuentes hídricas. Además, el abandono de muchos pozos mineros –tajos de MENA- entre otras causas, favorecerán la contaminación de las aguas subterráneas más profundas, por infiltración de las capas superficiales salinizadas.
Contaminación
La contaminación de las napas subterráneas reconoce varios orígenes. Recientemente, el Centro de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires informó sobre una resolución, emitida por la Autoridad del Agua bonaerense (ADA), que rechazaba en duros términos el sistema que consiste en comercializar dispositivos con los cuales son inyectados restos cloacales en las napas subterráneas. El conurbano bonaerense cuenta ya con más de 2000 de estos polémicos equipos. La resolución de la ADA, organismo perteneciente al Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos, resalta que se estaría vulnerando el artículo 53 de la ley 5965, de desagües industriales, en la cual queda expresamente prohibida la descarga o inyección por cualquier medio de todo tipo de residuo a cualquier napa subterránea.
Erosión
En cuanto a las reservas naturales de agua, conviene traer a primer plano este caso: si no se realizan a tiempo las obras para evitarlo, la erosión podría terminar con el humedal del sistema Guanacache, entre las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis que en 1999 fue reconocido como un humedal de importancia internacional (Ramsar) y que es necesario restablecer y cuidar.
De continuar este fenómeno de erosión, se calcula que en 10 o 20 años podría desaparecer el sistema de lagunas y con él muchas zonas aptas para pastoreo, así como la fauna y la flora de uno de los humedales más extensos de la región del Gran Cuyo, del que formamos parte, al establecernos en sus nacientes hídricas.
Arsénico
Una situación parecida se da con la recurrente presencia de arsénico en las aguas de la zona este de la provincia de Tucumán -en altas concentraciones, que se encuentran en las napas superficiales, entre los 5 y los 30 metros de profundidad-, un problema compartido con su vecina Santiago del Estero, donde se calcula que dos tercios de la población ingieren líquido en esas condiciones.
Legislación
La sola mención de estos hechos que, tal como se ve, ocurren en gran parte del país, basta para comprender cuán urgente es volver sobre el tema del agua, no sólo desde el punto de vista de las medidas que la población en general debe empezar a considerar y poner en práctica con urgencia, sino especialmente aquellas acciones legislativas que el Gobierno Nacional y de la Provincia de Mendoza deben tomar para empezar a buscar soluciones con leyes que ordenen, restrinjan, custodien, y castiguen el abuso del recurso hídrico.
Educación
Todas las campañas que puedan encararse para su control y cuidado, desde el ámbito educativo oficial y privado, serán bienvenidas, porque, en primer lugar y como muy bien lo apuntan los especialistas, la "disponibilidad de agua" (y en especial de agua potable) será una de las piezas que regularán la marcha del mundo; en segundo lugar, porque al crear mayor conciencia sobre la importancia de este recurso -tiene un alto valor económico, social y ambiental para cualquier país y, en particular, para la Argentina castigada de hoy- estaremos consolidando la escala de valores solidarios que nos dan cuerpo como sociedad. Y en este tema, el sentido común indica que…
más vale no esperar.

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